LA CEDILLA 
La cedilla es un signo formado por una “c” con una vírgula en la parte inferior (ҫ) que se usó en el español medieval. Actualmente, no existe en nuestra lengua pero sí en otras como el francés, el portugués, el catalán y el occitano.

No es que “haya vuelto” la cedilla al español. No, claro que no. Lo que pasa es que se están usando algunos términos extranjeros que llevan cedilla, como Barҫa, pronunciado [bárza] por un peninsular y [bársa] por un hispanoamericano.

Esta letra, originaria del alfabeto latino, de ahí que la tengan algunas lenguas romances como las que te acabamos de mencionar, correspondía al fonema (de los llamados sibilantes) consonante alveolar africado sordo: /ts/ de plaҫa, opuesto al del antiguo fonema /z/, que representaba al fonema consonante alveolar africado sonoro: /dz/ de vezino. Esta diferencia entre los dos fonemas desapareció en el siglo XVII. La oposición quedó reducida a un único fonema sordo: nuestro actual fonema interdental fricativo sordo /ө/ o /z/ correspondiente a las grafías z, c (e, i), que en Hispanoamérica se realiza como el fonema alveolar fricativo sordo /s/.

Para que veas qué tan extraña resulta ser la cedilla en español, pregunta entre tus conocidos cómo pronuncian Curaҫao para referirse a la tienda de electrodomésticos. Te dirán [kurakáo], muy pocos, quizás [kurasáo] porque conozcan la pronunciación en portugués.


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